Servicio Geológico Mexicano

Propiedades químicas

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Todos los minerales se pueden reconocer por ciertas propiedades químicas que presentan, por ejemplo, al conocer los elementos de los cuales están formados y cómo reaccionan con determinados reactivos.

 

Solubilidad

 

Para probar el grado de solubilidad se emplea comúnmente el ácido clorhídrico, aunque en el caso de muchos minerales metálicos, como los sulfuros, los compuestos del plomo y plata, se requiere el ácido nítrico; también se utilizan el ácido sulfúrico y el agua regia (ácido nitroclorhídrico) aunque esta última con menos frecuencia.

 

La prueba se realiza generalmente en un tubo de ensayo, para esto la muestra se debe preparar, triturar y moler sucesivamente hasta formar un polvo fino, como la harina, en un mortero de acero o ágata, en una cantidad suficiente. Entre más fino sea el polvo más fácilmente se disuelve. En la mayoría de los casos debe emplearse el calor del mechero de Bunsen.

El procedimiento es el siguiente: un pequeño volumen de polvo (como un guisante), se coloca en un tubo de ensayo, se cubre con una pulgada de agua destilada y se añaden unas cuantas gotas de ácido nítrico o clorhídrico. Si el ácido en frío no tiene efecto aparente, el tubo de ensayo es calentado suavemente sobre la llama de un quemador de Bunsen o de una lámpara de tipo adecuado, hasta que el líquido haga ebullición. Si el efecto es leve o inapreciable, se añade más ácido y se repite la ebullición hasta que el mineral se disuelva o se haga evidente que no puede ser disuelto.

Solubilidad sin efervescencia

 

Muchos minerales son solubles sin efervescencia, entre ellos están algunos óxidos como la hematita, limonita, goetita, algunos sulfatos, muchos fosfatos y arseniatos, entre otros. A diferencia de los anteriores, el oro y el platino son solubles solamente en agua regia o ácido nitroclorhídrico. Se pueden obtener las siguientes soluciones:

  • Solución amarilla: si hay mucho fierro presente.
  • Solución azul o azul verdosa: que cambia de azul profundo al agregársele un exceso de hidróxido de amonio. De los compuestos de cobre.
  • Solución rosa a rosa pálido: del cobalto.

 

Solubilidad con efervescencia

Tiene lugar cuando el mineral pierde un ingrediente gaseoso o cuando se genera uno por la reacción mutua del ácido y el mineral. Entre los más notables se encuentran los carbonatos, ya que todos ellos se disuelven con efervescencia, desprendiendo el bióxido de carbono (CO2) como gas inodoro. Al realizar esta prueba se emplea el ácido clorhídrico diluido.

 

Los carbonatos formadores de rocas comunes son la calcita (carbonato de calcio) y la dolomita (carbonato de calcio y magnesio). La calcita es efervescente libremente cuando el ácido actúa sobre un fragmento sin pulverizar y más violentamente en una pulverizada. La dolomita, en cambio, no es efervescente con ácido frío; sin embargo, cuando un fragmento es tratado con ácido caliente, la efervescencia es rápida, y ésta se acelerará en gran medida si la dolomita se pulveriza. Esta diferencia de comportamiento es un medio conveniente de distinguir entre la calcita y dolomita.

 

Entre otros ejemplos encontramos a la cancrinita, un silicato que contiene dióxido de carbono, la cual en ácido diluido caliente tiene una efervescencia muy lenta. El ácido sulfúrico (H2S), en cambio, se desprende de algunos sulfuros cuando se disuelven en ácido clorhídrico; esto sucede con la esfalerita, estibina, entre otras. Este gas es fácilmente reconocible por su olor.

 

El cloro se desprende de los óxidos de manganeso y también de las sales de los ácidos crómico y vanádico cuando se disuelven en ácido clorhídrico. El bióxido de nitrógeno (NO2) se produce en forma de humos rojos sofocantes de muchos minerales metálicos y también de algunos de los óxidos inferiores (cuprita) cuando se trata con ácido nítrico.


Prueba de efervescencia


Prueba de efervescencia

En esta prueba se emplea el ácido clorhídrico diluido.

(SGM-CM)

 

Silicatos solubles-gelatinización

Si el mineral se disuelve total o parcialmente sin efervescencia debe ser probado para sílice soluble, pero si, en cambio, sólo es atacado parcialmente, utiliza el filtrado en la porción insoluble. Esto se reduce en el tubo de ensayo y se agita suavemente para prevenir el agrietamiento hasta que la solución se concentre en gran medida. Se deja enfriar y reposar; si se convierte en una jalea, indica la presencia de sílice soluble; si la cantidad de silicato que se ha disuelto es relativamente grande probablemente se formará una jalea, mientras que la solución se reduce y todavía está caliente. Se debe tener cuidado en no confundir la verdadera jalea de la sílice soluble con un engrosamiento de la solución en frío, debido a la concentración en ella de las sales, especialmente la sal básica de hierro.

 

Minerales insolubles

A un gran número de minerales no los ataca sensiblemente ninguno de los ácidos. Entre éstos se pueden mencionar los siguientes óxidos: corundo, espinela, cromita, diápsoro, rutilo, casiterita, cuarzo; también la cerargirita; muchos silicatos, titanatos, tantalatos, y noiobatos; alguno de los sulfatos, como la barita, y la celestina, y muchos fosfatos como la xenotima, lazurita, childrenita, ambligonita, el borato y la boracita.

 

 

 

Bibliografía:

 

Kraus, Edward, Hunt, Walter y Ramsdell Lewis, Mineralogía: una introducción al estudio de minerales y cristales, quinta edición, 1965.
Dana S., Edward, Ford E. William, Tratado de Mineralogía: con un tratado extenso sobre cristalografía y mineralogía física, 1979.
Cornelis, K., Manual de mineralogía, cuarta edición, basado en la obra de J.D. Dana, 2001.

 

 

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Autor:
Servicio Geológico Mexicano
 
Fecha de publicación:
22 de marzo de 2017

 

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